Ingredientes:
500 g de romanescu
400 g de patatas
1 cebolla mediana picadita
100 ml de nata de cocinar
1 l de caldo de pollo
Aceite de oliva
Sal
queso curado o parmesano
Preparación:
Cortamos las patatas en cascos de
tamaño medio, hacemos lo mismo con el romanescu, cortando en ramitas incluyendo
el tronco.
Rehogamos en una cacerola con un
poco de aceite la cebolla salpicando con una pizca de sal, dejamos ahí un par
de minutos, en ese momento añadimos las patatas y el romanescu, removemos y
dejamos que se hagan un poco por todos los lados a una
temperatura media.
Calentamos un poco el caldo y se lo
añadimos a la cacerola, removemos y dejamos cocer hasta que veamos que está
tierno, en ese momento retiramos del fuego y trituramos con la batidora,
volvemos a poner al fuego, echamos la nata reservando un poquito para la
decoración y rectificamos de sal, dejamos cocer un par de minutos más y listo.
Presentamos el plato con un
chorrito de nata (aunque yo en este caso lo olvide) y un crujiente de queso.
Para hacer el crujiente de queso;
Es muy fácil de hacer y resulta
estupendo en multitud de platos.
Primero que nada ponemos una hoja
de papel vegetal en la bandeja de horno.
Rallamos el queso en un cuenco y
vamos volcando montoncitos sobre el papel que hemos colocado. Disponemos otra
hoja de papel sobre el queso y colocamos algo de peso sobre ellas, por ejemplo
una bandeja refractaria.
Metemos al horno a 180º durante 7
minutos, sacamos del horno quitamos el peso y retiramos el papel con cuidado de
no quemarnos y tendremos un crujiente delicioso para acompañar nuestros platos.