La infusión de piel de manzana
tiene propiedades relajantes y tonificantes, por lo tanto es aconsejable para
favorecer el sueño y mantener la piel fresca.
Para prepararla haremos lo
siguiente:
Ponemos a hervir la medida de un
vaso normal de agua. Mientras tanto pelamos una manzana de tamaño medio, cuando
comience el borboteo del agua metemos la piel de la manzana y dejamos cocer un
minuto a temperatura media, pasado este tiempo retiramos del fuego y tapamos
dejando en reposo un par de minutos, colamos y endulzamos con la miel que más
nos guste.