Si queremos disfrutar de unas
ricas sardinas asadas pero no soportamos el olor que desprende perfumando gran
parte de la casa, existe un truco infalible que las deja estupendas y sin nada
de olor.
Es tan simple como poner papel de
aluminio sobre la bandeja de horno, esparcir sal por ella, colocar las
sardinas, nuevamente sal esta vez por el pescado y con alegría cubrir con
otra hoja de papel de aluminio, metemos al horno y cocinamos unos 12 minutos y
listo.
Los que somos amantes de este pescado podemos disfrutarlo
sin que nadie se entere...