Hay alguien por ahí que se está haciendo una
experta en creación de tartas tipo mousse, ¡las hace perfectas! y todas te dan ganas
de hacerlas, en casa la verdad no somos muy golosos pero no me podía resistir a hacer esta, por el momento…
¿De quién estoy hablando? Pues de quien va a
ser, de una vecina bloguera, que de su cocina se desprende aromas maravillosos y
si te asomas un poquito a la ventana, los ojos te hacen chiribitas con tan ricos platos.
Pues sí, estoy hablando de Carolina, esa guapa canariona que siempre saca ese
momento para dejarte unas palabras, gracias por dejar marcado ese cariño en
cada una de ellas, y en cada plato que haces.
Y ahora la tarta, que por cierto esta de
vicio no os digo más, yo he utilizado la mitad de los ingredientes que ella porque el molde que he utilizado es de 18 cm.
Ingredientes:
Para la base:
100 g de galletas digestive100 g de mantequilla
Para el relleno:
1 yogur natural
200 ml de nata para montar bien fría
100 g de azúcar
175 g de queso fresco batido
1 mango grande (el mio pesaba 350 g de pulpa)
1/4 vaso de leche caliente
6 hojas de gelatina
Para la cobertura:
la pulpa de medio mango
1 cucharada de azúcar
2 cucharadas de zumo de limón
1/4 vaso de agua
2 hojas de gelatina
Preparación:
Lo primero que haremos es la base, trituramos las galletas muy bien, le añadimos la mantequilla derretida y mezclamos hasta crear una pasta con la que cubriremos nuestro fondo del molde desmontable y metemos en el congelador.
Hidratamos las hojas de gelatina en un cuenco con agua fría.
Cuando las tengamos tiernas estrujamos bien y echamos en la leche removiendo hasta que se disuelva, dejamos que temple.
En un cuenco amplio ponemos el
mango limpio de piel y hueso, el azúcar, el yogur y el queso, y trituramos
todo muy bien hasta crear una crema ligera, le añadimos la cheche ya templadita
y removemos bien.
Montamos la nata firme, e
incorporamos a la crema en dos tandas, mezclando de manera envolvente.
Sacamos nuestro molde del congelador y rellenamos con la crema, volviendo a meter en el congelador, durante unas tres o cuatro horas.
Un poco antes de sacar nuestro postre hacemos la cobertura, hidratamos las hojas de gelatina en un cuenco con agua fría. Triturando el mango, azúcar y zumo de limón, hasta crear una papilla, calentamos el agua en el microondas e introducimos en ella la gelatina ya tierna, removemos hasta que se disuelva e integramos a la papilla removiendo muy bien.
Volvemos a sacar del congelador
nuestro molde y volcamos sobre él la cobertura esparciendo bien.
Metemos por última vez en el
congelador hasta que esté totalmente cuajado.