La sopa de pollo es todo un clásico, aunque
en cada lugar se añade uno u otro ingrediente, yo en este caso voy a dejar la
típica de mi casa, de la cual me sirve como base para realizar otras tantas
variedades de sopas exquisita, hoy nos quedamos con esta, que es la mar de
sencilla ideal para un día de frío o una madrugada de fiesta loca…
Ingredientes:
1 caparazón
1 muslo y sobre muslo
1 pastilla de caldo de pollo
concentrado
1 hueso o 2 de canilla
Preparación:
Este es el caldo simple.
Ponemos todo en una olla con
abundante agua y dejamos cocer hasta que hierva, en ese momento bajamos el
fuego y cocemos una media hora y tendremos un caldo rico y sabroso.
Ingredientes:
1 caparazón
1 muslo y sobre muslo
1 pastilla de caldo concentrado
2 dientes de ajo
Pimienta negra en grano
2 hojas de laurel
1 zanahoria
½ puerro
1 hueso de canilla
Preparación:
Este es con un poco más de
cuerpo.
Limpiamos la zanahoria y cortamos
en rodajas no muy finas, echamos en una olla junto con el resto de
ingredientes, cubrimos con abundante agua y dejamos cocer a fuego vivo hasta
que hierva, en ese momento bajamos el fuego y dejamos cocer unos 25 minutos.
Para acompañar este rico caldo,
podemos hacerlo con pasta del tipo que queramos, fideíllos, estrellitas,
letras… eso queda a gusto del consumidor, le quitamos la carne al pollo y
cortamos en pedacitos añadiendo a la sopa.
Otro derivado de esta sopa es la de
picadillo que se hace de igual forma, solo que añadimos, jamón serrano en
taquitos, huevo duro, y pan frito cortado en daditos.
Esta que presento hoy, está hecha
de la manera sencilla, le he añadido el pollo y unos taquitos de jamón
acompañado de un poco de pan tostado que ya venden hecho.
Ah! Y como decía al principio es
ideal para después de una noche de copas, simplemente el caldo colado, y
hervido con unas hojas de hierbabuena, te aseguro que resucita, entonando el
cuerpo que es una alegría y si le pones un chorrito de manzanilla ya ni te
cuento.