Hay momentos de la vida que al
recuerdo nos marcan una sonrisa, uno de ellos es cuando jugamos al “Pum te
quedas” el juego es como un pilla pilla pero el pasarla se hace con la mirada
al tiempo que dices ¡pum te quedas!
En casa de Fófo se ha jugado desde que eran niños, incluso había
comidas en las que todos miraban al plato sin levantar la vista por no cruzar
la mirada con quien la llevase.
Hoy en día aunque estamos casados seguimos jugando, cuando nos
encontramos, sobre todo en fiestas o reuniones familiares.
Por eso y en honor a mi cuñada Paqui que me facilitó esta
receta, le he puesto este nombre, pues te deja una maravillosa sensación, la
misma que al jugar a este juego.
Espero que la hagáis porque merece la pena.
Ingredientes:
Dos solomillos hermosos abiertos
Jamón serrano
Queso semicurado loncheado
Un puñadito de almendras unos 15 g
Dos dientes de ajo
Una cebolla mediana
10 g de piñones
Dos rebanadas de pan
Un brick pequeño de nata
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra recién molida
Preparación:
Extendemos los solomillos cubrimos hasta la mitad con el jamón, el
queso y los piñones todo bien distribuido, enrollamos y atamos, salpimentamos y
ponemos en la bandeja de horno, regamos con un chorrito de aceite y medio
vasito de agua, metemos al horno a 180º unos 35 minutos.
Entretanto en una sartén con un chorrito de aceite, freímos los
ajos limpios y enteros, las almendras (a petición de mi hermana mejor sin piel)
yo en este caso no tenia y las freí con piel, las rebanadas de pan que estén
bien doraditas y lo echamos todo en el vaso batidor, ahora freímos la
cebolla cortada muy fina, cuando esté dorándose se añade al vaso y se le agrega
la nata, batimos. Trituramos bien todos los ingredientes, lo pasamos a
un cazo y ponemos al fuego suave unos cinco minutos sin dejar de remover.
Sacamos los solomillos del horno, le quitamos el cordel y cortamos
en rodajas del gusto que queramos, servimos con la salsa por encima, y los
acompañamos con lo que más nos guste, aunque el plato no necesita ni
acompañamiento.
Yo en este caso lo acompañé de unos champiñones salteados con ajo
y perejil.
Ah, ¿estas mirando? pues... ¡PUM TE QUEDAS! Je je…