El perejil es una planta muy
familiar en nuestra cocina, pero fuera de ella también nos puede ayudar en
distintas funciones.
Como es una planta muy asequible podremos hacer los
trucos con gran facilidad.
De forma externa nos ayuda cuando tenemos los ojos cansados:
Cortaremos un ramillete no muy grande y lo pondremos en un
mortero, machacamos bien, con la pasta obtenida pondremos una cucharadita sobre
una gasa y extenderemos, cerrando los párpado pondremos una gasa en cada ojo y
dejaremos reposar unos diez minutos, retiramos las gasas y limpiamos con una
limpia y seca.
Para la reestructuración del cabello dañado:
Es tan sencillo como hervir en medio litro de agua un buen
ramillete de perejil, dejamos cocer hasta reducir el agua a la
mitad, esperamos que enfríe, colamos y echamos en un
pulverizador.
Utilizaremos dos veces por semana después de haber lavado el
cabello, secamos con una toalla y aún húmedo pero sin exceso de agua,
rociaremos por todo el pelo y masajeamos, después secaremos de manera habitual.
Remedio contra la halitosis:
Pondremos dos tazas de agua junto con unas cuantas ramitas de
perejil y un par de clavos de olor, dejamos hervir unos minutos, después
retiramos del fuego y dejamos templar, colamos y utilizamos como un enjuague
bucal varias veces al día.