Esta es una receta que pretendía
poner entre las primeras entradas al comienzo de mi blog y he ido dejando
siempre para otro momento, y mirando el tiempo ha pasado ya un añito.
Pues bien aquí va la receta que
creo que ya es hora.
El azúcar invertido se utiliza
mayormente en la repostería, acelerando la fermentación en masas de levadura,
dejando los bizcochos mucho más jugosos, y especialmente se utiliza
en los helados pues dificulta la cristalización en el agua por lo tanto ayuda a
que sean más cremosos.
Podemos encontrarlos en el mercado
ya hecho, pero con lo fácil que es, mejor lo hacemos nosotros ¿no?
además una vez hecho tiene una conservación de unos diez meses en
lugar seco.
Ingredientes:
350 g de azúcar
150 ml de agua (mejor si es mineral)
Gasificantes 1 sobre blanco, 1 sobre morado (yo he utilizado los
de Mercadona)
Preparación:
Ponemos en un cazo el agua y el azúcar, cuando comience a hervir
retiramos del fuego y echamos el sobre blanco, removemos y dejamos templar un
poco, cuando tengamos una temperatura media añadimos el sobre morado, y
volvemos a remover, veremos que hace una efervescencia que irá
desapareciendo igual que el color blanquecino, dejamos que enfríe bien y
metemos en un tarro de cristal, cerramos bien y guardamos para cuando queramos
utilizarlo.