Unas rosquillas muy
ricas, ideales para un café con los amigos, aunque puedan parecer que quedan
con textura dura no son así, salen tiernas y riquísimas, además se hacen al
horno en lugar de fritas, os las recomiendo.
Ingredientes:
500 g de haría
150 g de azúcar
5 huevos medianos
3 cucharaditas de levadura
1 vaso de aceite de oliva suave
½ vaso de anís
1 poquito de canela molida
Ralladura y piel entera de naranja
Preparación:
Primero que nada freímos la cascara de naranja limpia de
parte blanca a fuego suave, cuando la tengamos extraemos del aceite y dejamos
que este se enfríe totalmente.
En un cuenco amplio batimos cuatro huevos junto con el
azúcar hasta que haya doblado su tamaño, en ese punto añadimos el aceite ya
frío y mezclamos bien, le agregamos la ralladura de naranja y el anís.
Tamizamos la harina junto con la levadura y vamos añadiendo
a la mezcla hasta su totalidad, mezclamos bien hasta crear una masa manejable,
tapamos con papel films (sin apretar) y dejamos reposar una hora más o menos.
Pasado ese tiempo ponemos el horno en funcionamiento a 170º.
Forramos nuestra fuente de horno con papel de hornear,
moldearemos las rosquillas (yo hago una bolita e introduzco el dedo corazón en medio de esta hasta tocar con el pulgar y voy agrandando el agujero hasta crear la rosquilla, procurando que sean todas del mismo tamaño) y colocamos en la
bandeja, batimos el huevo que nos queda y pintamos con el todas las rosquilla,
horneamos hasta que adquieran un bonito color dorado unos veinte
minutos.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.