Esta es una receta que hacía tiempo quería
poner, y a pesar de lo sencilla y rápida que es, nunca encontraba el momento,
hoy mirando el frigorífico divisé una masa de hojaldre que compré el otro día
sin una receta para la que fuese destinada, así que como no necesita gran cosa
y las manzanas siempre andan por casa, que mejor que dedicarle esos escasos
minutos a este postre que además de enamorarte con la vista lo hará en el
paladar, con el toque fresco del limón.
Ingredientes:
1 plancha de hojaldre fresco
2 manzanas
1 limón
200 g de azúcar
1 vaso de agua
3 cucharadas de azúcar
Preparación:
Primero que nada limpiamos el limón
rallamos finito y agregamos a los 200 gramos de azúcar, mezclamos bien apretando un poco para que se impregne
bien de la esencia de la piel y reservamos.
Ponemos en un cazo el jugo del limón, el agua y las cucharadas de
azúcar, ponemos a fuego medio bajo.
Mientras calienta, pelamos las manzanas y descorazonamos, partimos en rodajas y
luego estas a la mitad para conseguir una media luna, subimos el fuego del cazo
y cuando comience a hervir colocamos las manzanas y dejamos cocer un par de minutos, pasado este tiempo
retiramos, colamos y dejamos enfriar.
Estiramos el hojaldre, yo utilicé uno circular porque era del que
disponía, pero para este caso es mucho mejor el rectangular. Esparcimos el
azúcar alimonado por toda la superficie, pasamos el rodillo un par de veces
para que se adhiera bien el azúcar y enrollamos nuevamente hasta que tengamos
la manzana fría.
Llegado este momento, cortamos tiras de unos dos centímetros y
ponemos las rodajas de manzanas en fila superponiéndose unas encima de otras y
enrollamos creando la flor. Colocamos en moldes individuales de silicona, si no
tenemos colocamos en moldes de magdalenas previamente esparcido con un poco de
azúcar.
Metemos en el horno precalentado a 170º durante media hora.
Pasado este tiempo sacamos y dejamos enfriar totalmente para
desmoldar.